martes, 28 de febrero de 2012

Centros de Acogida de Menores


Los Centros de Acogida de Menores han ido evolucionando a lo largo de la historia teniendo diferentes nombres que ya hemos estudiado: Casas de Misericordia, Hospicios, Casas de Expósitos… y aunque antiguamente se podría cuestionar la calidad humana y educativa de estos centros, de lo que no cabe duda es que nacieron con un fin de protección benéfico-asistencial.

Debido al aumento de la presión social, la evolución de los derechos de la infancia y las políticas de bienestar social, estos centros han ido cambiando. 

Actualmente y desde el punto de vista conceptual, un Centro de acogida de Menores (CAM) es un equipamiento especializado que pretende dar una atención temporal y con un carácter de urgencia a niños y adolescentes que la necesitan por haber sido objeto de malos tratos, abusos, o bien por encontrarse en situación de riesgo. Estos niños permanecerán en los centros durante el tiempo estrictamente necesario para efectuar un diagnóstico y una propuesta de futuro para la mejor calidad de vida de los menores.
Por esto, un CAM se tiene que entender como un servicio que pretende dar una respuesta individualizada a las necesidades de los niños, pero siempre teniendo en cuenta que al mismo tiempo hay que abordar la globalidad del problema respondiendo al mismo desde diferentes servicios, como pueden ser los servicios sociales, escolares, sanitarios o judiciales.


Organización funcional de los CAM: Multidisciplinariedad

La organización funcional de un Centro de acogida de Menores viene claramente determinada en base a sus objetivos fundamentales: la protección del menor y la orientación tanto de esta como de su familia.

Para poder tener una visión global de la situación y del niño, es necesario tener en cuenta varias áreas importantes de intervención profesional necesarias durante la infancia o adolescencia, como son la salud, la educación, la integración y el entorno social. Por ello los equipos técnicos necesarios para abordar estas necesidades deben estar formados por profesionales de diferentes disciplinas: trabajador social, psicólogo, pediatra, pedagogo… por ello hablamos de la importancia de un equipo multidisciplinar para abordar este tipo de problemáticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario