Los Centros
de Acogida de Menores han ido evolucionando a lo largo de la historia teniendo
diferentes nombres que ya hemos estudiado: Casas de Misericordia, Hospicios,
Casas de Expósitos… y aunque antiguamente se podría cuestionar la calidad
humana y educativa de estos centros, de lo que no cabe duda es que nacieron con
un fin de protección benéfico-asistencial.
Debido al
aumento de la presión social, la evolución de los derechos de la infancia y las
políticas de bienestar social, estos centros han ido cambiando.
Actualmente
y desde el punto de vista conceptual, un Centro de acogida de Menores (CAM) es
un equipamiento especializado que pretende dar una atención temporal y con un
carácter de urgencia a niños y adolescentes que la necesitan por haber sido objeto
de malos tratos, abusos, o bien por encontrarse en situación de riesgo. Estos
niños permanecerán en los centros durante el tiempo estrictamente necesario
para efectuar un diagnóstico y una propuesta de futuro para la mejor calidad de
vida de los menores.
Por esto, un
CAM se tiene que entender como un servicio que pretende dar una respuesta
individualizada a las necesidades de los niños, pero siempre teniendo en cuenta
que al mismo tiempo hay que abordar la globalidad del problema respondiendo al
mismo desde diferentes servicios, como pueden ser los servicios sociales,
escolares, sanitarios o judiciales.
Organización
funcional de los CAM: Multidisciplinariedad
La
organización funcional de un Centro de acogida de Menores viene claramente
determinada en base a sus objetivos fundamentales: la protección del menor y la
orientación tanto de esta como de su familia.
Para poder
tener una visión global de la situación y del niño, es necesario tener en
cuenta varias áreas importantes de intervención profesional necesarias durante
la infancia o adolescencia, como son la salud, la educación, la integración y
el entorno social. Por ello los equipos técnicos necesarios para abordar estas
necesidades deben estar formados por profesionales de diferentes disciplinas:
trabajador social, psicólogo, pediatra, pedagogo… por ello hablamos de la
importancia de un equipo multidisciplinar para abordar este tipo de
problemáticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario