El
nuevo perfil de consumidores adolescentes requiere adecuar las estrategias y
los métodos de intervención para dar las respuestas adecuadas. Se trata de
imprimir un nuevo talante en la intervención, donde la delimitación entre la
prevención y la terapia es difícil de establecer con claridad.
Existe
una necesidad objetiva de disponer de un instrumento orientador de las
intervenciones susceptibles de aplicarse con los menores que comienzan a tener
problemas relacionados con las drogas.
Desde
todas las Administraciones competentes y organizaciones sociales se insiste en
impulsar Programas específicos de intervención dirigidos a los menores consumidores,
sin embargo, son aún escasas las experiencias aplicadas en nuestro país.
Los
Programas de Intervención con Menores son considerados prioritarios por el Plan
Nacional sobre Drogas, según se recoge en la “Estrategia Nacional sobre Drogas”
que en el objetivo nº 5 del apartado de asistencia e inserción social propone
textualmente “Impulsar los programas de detección precoz e intervención
temprana dirigido a menores con problemas de consumo de drogas y a los hijos de
los adictos”.
No debemos olvidar, por otra parte, que este tipo de Programas
tiene entre sus dificultades una muy particular: exige la implicación de un
gran número de Mediadores Sociales que van desde los Servicios Sociales y
Sanitarios, los centros educativos, los recursos de ocio y culturales…hasta los
centros especializados en drogodependencias y las organizaciones sociales que
intervienen en la comunidad. Todos ellos precisan de un lenguaje, unos objetivos
y unas estrategias nítidas de intervención que permitan llevar a cabo una
acción coordinada. Quizás la complejidad de esta tarea sea el origen
precisamente de la escasez de Programas aplicados en este campo.
La intervención con menores, que genéricamente se podría denominar
de “Apoyo a los adolescentes con consumos problemáticos de drogas” se propone como
meta conseguir el desarrollo de su personalidad en correspondencia con su etapa
evolutiva y en los diferentes ámbitos en los que está inmerso, con el fin de poder
establecer un proceso saludable de autonomía integrado en la sociedad.
En función del perfil de riesgo del colectivo de menores a atender
y de los objetivos a cubrir se distinguen dos niveles de intervención:
Prevención Selectiva y Prevención Indicada.
He obtenido la información del siguiente manual:
ResponderEliminarhttp://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/menoresyconsumos.pdf
Creo que en este tema lo más importante es la prevención y también creo que las campañas deberían dirigirse a todo tipo de población ya que el consumo de drogas está muy generalizado entre los jóvenes.
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