Acogimiento familiar

El acogimiento familiar consiste en que hay familias o personas que se hacen cargo de forma temporal de la educación de un menor que se encuentra en situación de desamparo. Esto no significa que se rompan los vínculos con la familia biológica, sino que es una situación temporal en la que se trata de cuidar al menor por no poder hacerse cargo su familia por diferentes cuestiones, económicas, salud, legales… Esta medida se aplica a menores con edades comprendidas entre los 0 y los 18 años, momento en el que ellos podrán decidir el quedarse con su familia de acogida o volver con su familia biológica.

Cualquier persona o grupo familiar puede acoger a un menor mediante los programas que ponen en marcha las Comunidades Autónomas mediante la presentación de la solicitud en el órgano competente, que será el encargado de realizar el proceso de selección y la valoración del posible acogimiento.

Las familias que acogen a un menor deben enfrentarse a una nueva situación a que deben adaptarse, por ello disponen de apoyo técnico y una supervisión del proceso durante todo el tiempo que dura el acogimiento.

Tipos y formas de acogimiento

Simple: cuando no supera los dos años. Dentro de este encontramos dos tipos:

-          Acogimiento por familia extensa

-          Acogimiento en familia ajena

Permanente: es un tipo de acogimiento que puede durar años, incluso hasta la mayoría de edad del niño en el caso de que el regreso con los padres se complique (por problemas de adicciones, condenas de prisión largas…)

Residencial: se da cuando los menores viven en pisos o centros institucionales.

Especializado: se ofrece a niños con necesidades especificas de educación o que tiene ciertas particularidades que requieren una atención más especializada (discapacidades físicas, psíquicas, sensoriales…).