Muchos de los
menores, la mayoría varones, que llegan a nuestro país o a cualquier otro,
vienen con unas grandes expectativas como bien ha sido dicho en el articulo “España, un sueño marroquí”,
pero la realidad que encuentran cuando llegan, es otra muy diferente a la
imaginada. Por eso, a veces se da en
ellos un gran sentimiento de frustración que es canalizado de forma perjudicial
en la sociedad receptora en forma de delincuencia.
Muchos de éstos están en
centros de menores que asumen sus tutelas pero la mayoría acaba renunciando "por
la sensación de estar retenidos". Se niegan a vivir en los centros de
menores de la dirección general de atención a la infancia (DGAI) por lo que
aumenta el peligro.
Son niños, que están solos y sin control de ningún tipo. Son
emigrantes que abandonaron su país de origen de forma precoz debido a la falta
de expectativas laborales, recursos materiales y económicos, al abandono de la
escuela y a la precariedad que viven sus familias. La mayoría de estos se encuentran repartidos
en barrios, sobre todo, de Ceuta y Melilla, pero también de núcleos de Madrid, Barcelona
y otras ciudades de nuestro país.
Los niños de
la calle malviven en nuestro país ya
que pasan hambre y frio, roban, delinquen, se drogan y sufren todo tipo de
vejaciones. Todo ello crea en los menores una gran frustración y decepción al
no encontrar lo que esperaban. Se encuentran en una situación peor de la que
viven en sus respectivos países. Estas situaciones perjudican enormemente a la
sociedad de acogida creando serios panoramas de inseguridad.
Además estos menores tienen unos rasgos bastante semejantes
que tienen mucho que ver en la aparición de actos delictivos. La mayoría tienen
unos niveles de autoestima muy bajos, están faltos de afectividad, provienen de
familias desestructuradas y con pocos ingresos económicos, son impulsivos, y en
ocasiones, con pocas habilidades sociales.
Este fenómeno parecía exclusivo de
países en vías de desarrollo, pero ahora España también se enfrenta a este
problema.
Es conveniente decir que con este
artículo no se pretende ni mucho menos, generalizar a cerca de este asunto. Se
trata de un porcentaje que no quiere decir que todos los menores que se
encuentran en esta situación hayan delinquido. Existen menores que han logrado
desarrollarse satisfactoriamente tanto en el ámbito educativo como en el
laboral. Ya que se trata de un discurso político barato relacionar delincuencia
con inmigración.
Este articulo será expuesto el día 11 de Abril de forma breve junto al de " España, un sueño para los menores magrebíes" ya que me parece que tienen cierta relación.